La planificación de nuestra economía nos permite tener resultados que jamás pensaron las economías antropofistas de mercado: un 0% impecable y redondo de desempleo: no asoma ni siquiera el mal del sobreempleo, que ha estado molestando a las economías del Imperio.
La eliminación del salario como medida clasista para separar lo inseparable, como es la unidad del pueblo trabajador, rinde frutos. En vez de monetarizar la economía y ofrecer unas monedas al empleado por su trabajo transformador y enriquecedor, les ofrecemos garantía de total abasto de sus necesidades, y un campo laboral que les permite la experimentación y el dinamismo. No hay autómatas en Catena: el trabajador convive y conoce muchos campos laborales, se relaciona con otros trabajadores y comparte experiencias.
A través de SIMON se asigna una cuota de trabajadores a cada centro laboral, dicha cuota está medida en el porcentaje de las personas económicamente activas de Catena que deberán emplear. Dichos porcentajes los asigna SIMON en tiempo real en base a las necesidades productivas. Los porcentajes naturalmente son absolutos y se asignan de tal forma que, aún considerando el empleo que da el gobierno imperial para los servicios de su seguridad social, se obtenga un 100% redondo de empleo. Un sistema de transporte público basado en la conectividad de los centros de trabajo fácil y rápido, permite la movilidad del trabajador allí donde el poder popular le necesite.
Trabajando turnos absolutos de 8.5 horas diarias de lunes a viernes, y de 5 horas el día sábado, se permite al individuo desempeñar actividades diversas. Para evitar la formación de autómatas y holgazanes burócratas, las familias deben pasar al menos 3 horas de todos los días en las Casas Comunales, donde se les imparte un programa extendido de artes y técnicas. En lo respectivo al trabajador, se le prepara de tal forma que tenga la capacidad de migrar de una a otra actividad productiva con dinamismo. Las movilizaciones de un centro de trabajo a otro varía de una cada mes, cada dos meses o inclusive cada 15 días según las necesidades del poder popular. Se trata de realizar migraciones laborales en campos afines, para que el trabajador no tenga que desperdiciar mucho tiempo en acondicionamiento a sus nuevas responsabilidades.
Debido a que la dinámica de producción no busca acumular en inventario productos de tal forma que disminuya su valor, en algunas ocasiones el trabajador se encontrará, en pleno horario de trabajo, sin responsabilidades para cumplir. Por ello en los centros laborales se han establecidos espacios de educación socio-laboral, donde el trabajador se relaja con actividades educativas y de cooperación entre sus compañeros, mediante el cultivo de alguna arte o técnica o algún aprendizaje relacionado con la actividad laboral en cuestión. La precisión de SIMON permite predecir cuántas horas se dispondrá para esas actividades antes de que reinicie la producción, por lo que los responsables pueden diseñar los programas conforme a una planificación que determina el poder popular.